Consejos y pautas de actuación

Consiste en visualizar que nosotros somos una esponja. Esa esponja está en la playa, en la orilla del mar, y cada vez que viene una ola la esponja se empapa de mar. Cuando el agua retrocede, la esponja se vacía. El agua de mar es la respiración, de forma que imaginamos que nos inundamos de agua cuando inspiramos y cuando expiramos el aire imaginamos que la esponja se vuelve a vaciar de agua. Para adolescentes y adultos, al imaginar la esponja solemos visualizarla a nivel de la cabeza. Una vez que se conoce la técnica, se puede variar localizando la esponja en el vientre o el estómago, es decir, "...imaginamos que esa esponja está en nuestro vientre, y el aire que entra por nuestra nariz es el agua de mar que va entrando en nuestro interior...suavemente baja hasta que llega a nuestra esponja llenando todos sus poros....luego la dejamos ir, dejando que el aire fluya hacia afuera....". Así podemos introducir una respiración abdominal que suele ser mucho más efectiva tanto para conectar con las emociones y el "ahora" como para distendir el cuerpo. Para mí es una de las técnicas de relajación que más frecuentemente utilizo. Texto: "Imaginaros ahora que somos una esponja, todo nuestro cuerpo es una esponja suave y con agujeritos por todos lados..... Y estamos en la playa, justo en la orilla del mar....Estamos tan cerca de la orilla que cada vez que viene una ola nos cubre el agua, que va llenando a toda la esponja. Ahora cuando cojamos aire con la respiración vamos a imaginar que la esponja se llena de agua con la ola que viene......Es una ola que llega despacio, suave, casi sin fuerza, pero que nos llena de agua. Ahora cuando la ola se va nosotros sacamos el agua de nuestro pulmones, también, suavemente. Vamos repitiendo, cada uno a su ritmo, esta respiración tranquila, imaginándo lo que le ocurre a la esponja cuando se llena y cuando se vacía.".